viernes, 20 de julio de 2018

Ciclos de la vida

Una vida vista por etapas


   Nos encontramos en unos momentos que todo va muy rápido y si a mas le juntamos que queremos ser siempre jóvenes, guapos/as y activos, hablar de ciclos en nuestras vidas a veces es un sin sentido.


La Luna en nuestro vivir y también en la Astrología, siempre nos ha acompañado en nuestro día a día. Sobretodo la naturaleza está regida por sus ciclos y el hombre/mujer siempre la han tenido en cuenta a más de tenerla una veneración muy especial.

Su símbolo está formado por dos medios círculos en creciente. Simbólicamente representa la alma pura que mira hacia atrás. La madre, el niño/a, la infancia, los miedos, la sombra, los sentimientos etc. Como vemos su significado es de una gran profundidad.

Su ciclo son 28 días y por eso a la Luna siempre se la ha relacionado con la mujer, como al Sol con el hombre que tiene un ciclo de un año. Como vemos estos son periodos muy cortos para que en una persona se puedan producir cambios cíclicos en su evolución.

En cambio en las progresiones de la Luna, sus cálculos tienen una duración de un ciclo completo de unos 28 años y que coincide también con el que nos hace Saturno con su retorno a su posición natal de nuestra Carta. Esta etapa se nos puede representar como un momento clave para el desarrollo físico y psicológico de la persona. Integrándose palabras claves como sentido de la responsabilidad, madurez, obligaciones sociales etc. Como vemos es un paso que damos a la vida para empezar algo nuevo e iniciar un nuevo un ciclo que puede ser muy importante para desarrollo de la persona, al cruzar una etapa de iniciación hacia la maduración personal.



El Humor de Gila
  





viernes, 9 de marzo de 2018

Una encrucijada



LA VIDA ENTRE DOS POLOS DE TENSIÓN
Muchas veces en la vida nos encontramos en la disyuntiva de escoger entre dos caminos que muchas veces son totalmente antagónicos y nos crea unas tensiones e incertidumbres que a veces un no vivir. Ya nos gustaría ya en estos momentos posponerlo todo, para otros instantes mas propicios hasta que lo tuviéramos claro, pero no, la mayoría de veces tiene que ser ¡Ahora o nunca!. Estos días decisivos a veces se hacen interminables por la tensión que nos crean y hasta que no damos el paso, no hay descanso posible, luego cuando hemos decidido nos sacamos este peso y...¡Que gozada!.

Un montón de veces le damos en el clavo, pero hay otras (las que más) que nos toca el orgullo y nos salimos por la tangente y siempre en nuestra vida las recordamos como algo que está allí pendiente para volverlo a considerar.

Pero en otras ocasiones que hemos hecho nuestra elección a conciencia, nos sentimos a veces culpables por las consecuencias que se han derivado de lo que hemos decidido y no nos queremos responsabilizar de nuestros actos.

Aunque una imagen no tan bucólica como la de "Venus y Marte" de Botticelli  podría ser la siguiente en estos tiempo más estresantes.